Algunos foto-libros emocionan desde que se publican, con muchos de ellos te deleitas con las imágenes, analizas los encuadres y disfrutas de de cómo y cuánto aportan al medio fotográfico, pero hay veces, y es lo que pasa con Las aventuras de Guille y Belinda (y ese maravilloso subtítulo) y el enigmático significado de sus sueños, que los ves de manera incauta, sus fotografías tienen una lectura “fácil” son comprensibles y la narración a través de las páginas es perfecta.

Pero lo maravilloso de este foto-libro es que no sientes una epifanía, ni tampoco es revolucionario, pero imprime una huella en tu subconsciente que te hace pensar en Guille y Belinda a lo largo de días y semanas, porque el libro de Alessandra Sanguinetti siembra en el lector una clase de humanidad tan primitiva que se va diluyendo en tus entrañas y logra recordarnos que tuvimos sueños cuando éramos pequeños.